Varias de las actividades que más gustan entre los niños menores de 10 años son pintar y dibujar. Ya sea en el colegio o en casa. En el primer lugar aguardan de un modo impaciente las clases de Plástica que tanto les gustan. En el hogar, por otra parte, dibujan cuando les viene en gana, empleando en ello un buen número de horas al día.
Muchos padres ven en el dibujo una pérdida de tiempo y un hobby que sus hijos irán perdiendo a medida que se vayan haciendo mayores y comiencen a tener otras prioridades. Sin embargo, la realidad puede llegar a ser muy diferente. Dibujar engancha y muchos de los jóvenes que se dedican a ello durante su infancia quieren continuar por esa rama en estudios posteriores.
No hay por qué decepcionarse al respecto. Un artículo del portal www.hola.com hace referencia a un estudio cuya hipótesis principal es que dibujar convierte a los niños en mucho más inteligentes a la edad de 14 años. El estudio no era una cuestión baladí: había tenido en cuenta los casos de más de 15.500 niños y había valorado la calidad con la que éstos dibujaban detalles concretos de una persona: ojos, nariz, boca, cabello…
Por lo tanto, tener un hijo o hija que dibuja con soltura y calidad puede ser sinónimo de tener un hijo o hija muy inteligente más pronto que tarde. Una bendición sin duda para todos los padres, para los cuales que su hijo sea así es lo más importante para conseguir así que sea libre, que posea su propio pensamiento y que por tanto sea realmente libre y no se deje engañar por intereses ajenos.
Hay padres que deciden potenciar esa capacidad que sus hijos tienen para dibujar. Otros, sin embargo, prefieren quitarles rápido esa idea de la cabeza puesto que consideran que una profesión como tal no tiene futuro o no cumple con los estándares de vida que desean que su hijo tenga. ¿Cuál es el modo de actuación más correcto? La primera alternativa es quizá la más indicada para el niño. Es importante que se divierta del modo que más le guste. Es un crío y tiene derecho. Para echarse atrás y dedicarse a otras actividades ya habrá tiempo. Conviene no forzar las cosas.
Por tanto, un modo de hacer que el muchacho disfrute de su infancia es adquirir todos aquellos materiales que desee para conservar ese hobby que tanto le gusta: pintar. Hay padres que se miran preocupados por el precio de la cantidad de materiales que el niño desea. También por el precio de los mismos. Sin embargo, existe un lugar en el que encontrarán todo lo que buscan a un precio mucho más razonable y que no hará tambalear tango su economía. Es la papelería Carlin de Madrid.
Todo tipo de facilidades y comodidades
¿Qué ocurre en los casos de todos aquellos padres que físicamente se encuentran alejados de la papelería o que no tengan tiempo de acudir a recoger el pedido seleccionado a la misma? La solución es bien fácil. Que la compra sea superior a 45 euros bastará para tener derecho a que el envío de todo lo que se haya pedido sea gratis.
Una atención personalizada por la mañana y por la tarde y una garantía de devolución de hasta 30 días completan un servicio de lo mejor del sector. Un servicio que llevará hasta un gran número de casas y los niños que la habitan la posibilidad de seguir disfrutando de lo que más les gusta: pintar, dibujar, colorear. Ya se ha visto que no es malo que dirijan su tiempo libre en este sentido. Sólo bastará con un empujón final para que demuestren todo lo que son capaces de hacer.