Cuando hablamos de educación en lo que antes era conocido como preescolar y actualmente en educación infantil, muchas veces olvidamos que la higiene bucodental ha de formar parte de esa educación. Son muchas las clínicas que apoyan que se enseñe a los niños higiene bucodental durante los primeros años de escuela, algunas de las más afamadas son esta clínica de ortodoncia invisible en Barcelona y la clínica Periodoncia Cazalvara y Morante, pero no son las únicas.
Las rutinas de hábitos de higiene se duelen inculcar a los niños desde la escuela infantil. El gremio de educadores coincide plenamente con el de dentistas y profesionales de la salud en que es primordial incluir este hábito en la rutina de niño para evitar posibles enfermedades futuras en su adolescencia y madurez.
La junta de Andalucía ha publicado una guía para profesionales de educación y de salud con el fin de ofrecer algunas pautas con las que ayudar a los niños más pequeños en su educación en higiene bucodental.
La mayoría de los profesionales coinciden en que la higiene bucodental es algo que debe implantarse en el niño desde el nacimiento de su primer diente de leche. Si bien es verdad que a esa corta edad serán los padres quienes, con la ayuda de un cepillo infantil para bebés de venta en farmacias, deberán lavar los dientes del pequeño. Sin embargo, dependiendo de las habilidades motoras del niño, será a la temprana edad de los dos años cuando deberá empezar a lavarse los dientes él solo bajo la supervisión de un adulto.
Este acto ha de convertirse en una rutina diaria para el niño de modo que se convierta en una acción mecánica. El mejor modo de conseguir esto, además de no cambiarle las horas al pequeño y tener siempre un mismo método de aprendizaje, es conseguir que el momento en cuestión sea agradable e incluso divertido y eso podemos conseguirlo alabando lo bien que lo hace, lo mayor que se está haciendo y lavándonos los dientes con ellos provocando, de vez en cuando la risa.
Sin embargo, aunque los padres pongan todo su empeño en conseguir todo esto, es necesaria la ayuda de los docentes o educadores porque gran parte de los niños come en la escuela y es, por tanto, obligación de la misma inculcar también esos hábitos de higiene.
Muchos adultos no damos a este hecho la importancia que realmente tiene. De hecho, muchos de nosotros no nos lavamos los dientes las tres veces al día que los dentistas recomiendan y otros, que sí lo hacen, no lo hacen correctamente.
Para empezar hay que cepillar los dientes con un cepillo de cerdas de dureza media porque demasiado duras podrían dañar nuestro esmalte y nuestras encías. Tras esto viene el hilo dental que muy pocos utilizan para evitar que los restos de comida se queden a vivir entre las juntas de nuestros dientes y muelas. Y tras esto viene el chute de flúor, hay que usar un buen colutorio que acceda a cada rincón de nuestra boca para desinfectarla y limpiarla evitando así la acumulación de bacterias en ella.