La preparación de unas oposiciones es una buena oportunidad laboral, especialmente para los chicos que al terminar o no acabar la secundaria buscan empleo. A estas edades jóvenes, como detectan los especialistas de oposicionesauxiliaradministrativo.com los que comienzan a estudiar oposiciones no saben demasiado bien la forma en la que se desarrolla este proceso y cómo se debe preparar. El estudio para una oposición no es lo mismo que la secundaria cuando con aprobar valía.
Vamos a ver una serie de consejos:
Tienes que hacerte con los materiales
Es lógico, cuando se estudia una oposición hay que tener todo lo necesario para estudiar y en ello la mayor importancia es el temario, por lo que lo mejor es asegurarte de que estudias lo que debes y que es sobre el que te preguntarán en el examen.
El sitio donde estudiar importa
Como es normal, siempre que estudies hazlo en el mismo lugar, un sitio en el que te encuentres cómodo y no te distraigas.
Ante todo, organización
Las oposiciones tienen mucho temario y es necesario organizarse convenientemente. Puede decirse sin temor a equivocarnos que es un trabajo en el que no se gana dinero y no hay seguridad de que vas a poder conseguirlo sino terminas obteniendo una plaza.
No hay atajos ni reglas, pero si que es verdad que si organizamos bien el tiempo, estudiaremos menos horas, pero mejor aprovechadas.
Las técnicas de estudio
Otro aspecto que no hay que descuidar si queremos obtener nuestra plaza. Hay que hacer un plan antes y usar las más adecuadas a nuestro temario. Merece la pena hacer lecturas introductorias, subrayando lo que sea más importante, así como resúmenes y demás anotaciones.
Los esquemas son también muy útiles, además de que hay que dejar claro que estudiar de memoria no es siempre la mejor vía a incluso puede entrañar ciertos peligros, pues se puede olvidar una frase o una palabra y que detrás vaya una parte el tema que sea de importancia. Mejor es entender realmente lo que estudiamos y no solo estar memorizando.
Los descansos son sagrados
Aunque hay que tomarse las oposiciones en serio, también hay que descansas, pues de lo contrario nuestra mente corre el peligro de bloquearse y eso tampoco es bueno. Los descansos nos permiten desconectar y pues irte marcando una serie de recompensas según vayas avanzando en los temas. Estudiar una oposición es sacrificado, pero tampoco es meternos en un monasterio o una prisión.
Realismo
Todos no tenemos siempre el mejor día. Por este motivo, hay que tener en cuenta que no todos los días vamos a tener la misma predisposición o el mismo ánimo. Hay días más altos, más bajos y otros intermedios. Los más bajos está claro que tienen que ser los mínimos, pero alguno vamos a tener.
Hay temas que por lo que sea puede que no se nos den bien y que tarden más en entrar, pero no hay que desesperarse. Las sensaciones y pensamientos de abandono en algún momento es posible que aparezcan, pero merece mucho más la pena pensar en tu objetivo y en lo feliz que puedes ser si lo consigues.
Los repasos
Nunca hay que dar un tema por imposible porque los repasos ayudan a que al final se afiance en la mente. Así que ya sabes, cada cierto tiempo merece la pena ir repasando los temas hasta que tengas repasado todo el tema y donde habrá que hacer una o dos vueltas.
Los que queden más antiguos es posible que en algún momento se te olvidarán o ciertas cosas, por lo que volver a ellos será lo mejor que vas a poder hacer. Además, todo tema es susceptible de mejora.
¿Necesitas ayuda? Búscala
La preparación de las oposiciones por nuestra cuenta merece la pena, pero también es más arriesgado que si optas por tener la ayuda de un preparador o de una academia de oposiciones. Ellos en muchos casos consiguieron la plaza y saben todos los trucos para evitar que pierdas el tiempo. Además, van a poder ayudarte en esos momentos más flojos donde aparezcan las debilidades algo que siempre puede ocurrir.
Siempre positivo
Hay que tener exigencia y no desfallecer, pero no olvidarnos de que las oposiciones son importantes, pero no el fin del mundo, por lo que hay que relativizar y confiar en la buena preparación que podemos llevar.
Si pensamos en negativo lo tenemos fácil, pues habrá muchas personas, quizás penarás que muchas estarán mejor preparadas que tú etc. No hay que mirar a los lados y sí concentrarnos en lo en que lo podemos hacer nosotros, que de verdad puede merecer la pena.