Nuestros pequeños son las personas que más queremos en nuestras vidas y es que ellos son parte de nosotros. Unos chiquillos que, por el momento, apenas pueden caminar pero que en pocos años serán los que tomen las riendas del futuro de nuestra sociedad. Ellos serán los adultos del mañana y trabajarán para que sigamos mejorando como sociedad, tal y como nuestros padres han intentado hacer con nosotros, desde muy jóvenes. Sin embargo, por el momento debemos de dejar que disfruten de su juventud, su ilusión, la inocencia… ya que ya tendrán tiempo de ir viendo que en el mundo no todo es color de rosas. No obstante, si queremos que crezcan sanos y que poco a poco se vayan preparando para lo que les depara el futuro, entre otros campos, uno de los que debemos de trabajar con gran interés es el de la inteligencia emocional. Esta quizá sea una de las grandes desconocidas hasta no hace mucho tiempo y es que, aunque siempre ha estado ahí, ha sido en los últimos años en los que hemos empezado a desarrollar las técnicas necesarias para que este campo se trabaje con el interés, rigor y la eficacia que necesita.
Cuando hablamos de inteligencia emocional nos estamos refiriendo a un constructo que nos ayuda, a todos los ciudadanos, con independencia de nuestra edad, a entender de qué manera podemos influir de un modo adaptativo e inteligente tanto sobre nuestras emociones como en nuestra interpretación de los estados emocionales de los demás. Esto es uno de los aspectos de la dimensión psicológica que tenemos los humanos y que goza de un papel fundamental tanto en nuestra forma de socializarnos con los demás, como en las diferentes estrategias de adaptación al medio en el que nos encontramos.
Un concepto y un campo tan complejo necesita de profesionales del más alto nivel para poder desarrollarse como es debido. Grupo Nubalia ofrece a sus clientes una serie de talleres que han sido creados de forma específica para profundizar en este tipo de inteligencia y, por suerte, lo llevan a cabo con personas de todas las edades, por lo que, si asistimos a ellos, podremos conocer algo más a fondo, los siguientes puntos:
- Fortalecernos para darnos cuenta o saber reconocer nuestras emociones y no dejarnos llevar por ellas. De tal forma que consigamos una fortaleza mental.
- Aprender a conocer de primera mano y ser conscientes de lo que está sucediendo en nuestro interior y aceptar el poder de nuestra vulnerabilidad.
- Autoanálisis. Con él, aprenderemos a evaluar nuestras emociones y ser capaces de identificarlas. Además, podremos observar dónde está nuestro enfoque o hacia dónde estamos dirigiendo la atención que prestamos, de tal modo que podremos comprender de donde surgen esas emociones.
- Se trata de la capacidad para no reaccionar y saber medir nuestra paciencia. Aprender a tomarnos nuestro tiempo para respirar, reflexionar y tomar distancia de una situación. Para poder lograr tener una mejor perspectiva y un mayor control emocional.
- Empatía. En muchas ocasiones de nuestra vida estamos tan enfrascados en nuestros propios problemas, o nuestro ego se empeña en tener razón, que nos quedamos únicamente con nuestra visión y pensamos, de forma cabezona, que es la única factible. Dicho de otro modo: perdemos la capacidad de empatizar o, lo que es lo mismo, comprender el punto de vista de los demás o el por qué de una situación concreta. Por ello, la empatía es necesaria para reconocer los sentimientos de los demás y, con ello, eliminar la indiferencia y aumentar nuestro nivel de comprensión hacia el resto de ciudadanos.
El uso de la inteligencia emocional contra el acoso
La inteligencia emocional es mucho más importante de lo que todos nosotros podemos, a priori, creer y es que, bien aplicada, nos puede sacar de muchos problemas o incluso, evitarlos. El uso de la inteligencia emocional contra el acoso es una de las opciones que tenemos en nuestras manos ya que, si contamos con la ayuda de expertos en la materia, siempre podremos tratar de ayudar a los que sufren este tipo de ataques que, desgraciadamente, cada vez están más de moda. Además, este campo de trabajo, también nos puede ayudar a superar otros problemas como la depresión ya que, gracias a ella, podremos ser más fuertes mental y emocionalmente.