Me considero una madre joven, pero no sólo en edad, que también, sino en mentalidad. Tengo 39 años y mi hijo mayor, que es de quien vamos a hablar, tiene 19 y está justo ahora en esa encrucijada en la que tiene que decidir qué quiere hacer con su futuro.
Es un joven muy responsable y estudioso, nunca ha suspendido ninguna asignatura a pesar de que la mayoría no le gustaban y es un deportista nato que dedica casi todo su tiempo libre a realizar actividades en la naturaleza, tanto de ocio domo deportivas.
Desde hace un año, más o menos, venimos hablando de su futuro profesional ya que sabíamos que se acercaba el momento en el que debía decidir qué camino tomar y la decisión era realmente complicada. Ambos sabíamos que si elegía estudiar una carrera universitaria se la sacaría si problema, porque tiene la capacidad y la constancia necesaria para ello, pero también sabíamos que jamás se sentiría realizado trabajando entre cuatro paredes, fuese cual fuese el sector empresarial del que estuviésemos hablando, así que lo más factible parecía ser un Ciclo Superior de Grado Medio (lo que anteriormente era conocido como FP).
Estuvimos barajando varias opciones pero ninguna terminaba de llenarle realmente porque su pasión, su verdadera pasión, es el mar. Algunos pensaréis que estamos locos por apostar en ese sentido peor la realidad es que todo el mundo puede tener éxito en cualquier trabajo, al igual que todo el mundo puede fracasar y, por ende, mi hijo tiene las mismas posibilidades que los demás.
Es como quien quiere ser actor o cantante. Todos sabemos lo difícil y dura que es la vida del artista porque muy pocos son los que realmente consiguen vivir bien de ese oficio pero no por ello debemos animar a todos los jóvenes a tomar otra opción ¿verdad?
Una buena decisión después de informarnos mucho
Al final hemos tomado la decisión en conjunto, aunque más bien yo sólo le he ayudado a buscar opciones y él ha elegido lo que más le gustaba, de sacarse varios títulos náuticos como el de patrón de barco y capitán de yate, además de sacarse otros cursos para ser monitos de vela, padle surf, kayak y otros deportes acuáticos. Al final estará, según nuestros cálculos, unos 5 años sacándose todas las titulaciones que queremos pero se convertirá en una persona totalmente capacitada y formada para trabajar en casi cualquier empresa cuya actividad realice en el mar.
En Nautimar se sacará las titulaciones náuticas y hemos hablado ya con varios club de regatas del levante Español en el que ofrecen cursos para convertirse en monitores de diferentes actividades acuáticas como remo o vela. Al fin y al cabo el turismo siempre va a dar trabajo a estas empresas y vivimos en un país que sobrevive del turismo así que… ¿por qué no?
Si yo tenía una cosa clara es que, a pesar de que sea un buen estudiante, no iba a animar a mi hijo a ser infeliz toda su vida trabajando en una oficina o en un banco, y eso en caso de que lo consiga porque hay miles de chavales que se sacan los grados universitarios con notas impresionantes y que luego no consiguen trabajo alguno así que no me parece tan descabellado animarle a formarse en lo que realmente le gusta.