Si hablamos de futuro, tenemos que hacerlo, sin ningún tipo de duda, de educación. La verdad es que es una ecuación bastante evidente: sin educación, no hay futuro. Así que lo mejor es que un asunto como este no se nos escape de la mente en ningún momento. Ni que decir tiene que eso va a ser de la máxima importancia a la hora de hacer libre a una sociedad. Y así es como se empieza a construir una existencia feliz y en la que haya menos cabida para las injusticias. Sin duda, hablamos de una muy buena noticia.
Hay muchas maneras de ir construyendo el futuro de las personas jóvenes. No hay duda de que todo lo que tenga que ver con su educación obligatoria, la que se desarrolla en el colegio o en el instituto, es imprescindible. Por algo es obligatoria. Luego, es importante que cuidemos de todos los valores que les podamos transmitir desde casa porque van a ser tan importantes como los que adquieren con cada día de clase. Finalmente, hay una tercera vertiente que nos puede ayudar: la de las clases extraescolares. Hablamos de una serie de materias en las que el o la joven puede socializar con otras personas de su edad sin la presión que, en un momento dado, pueden sentir en clase para aprobar una asignatura.
Hay muchos padres y madres que aseguran que el hecho de no haber contado con clases extraescolares en muchas situaciones ocasionadas durante la pandemia ha hecho que la educación de sus hijos e hijas se haya limitado. La verdad es que, para todos aquellos niños y niñas acostumbrados a acudir al menos a una clase extraescolar durante la semana, se ha hecho extraño y difícil no poder contar con todos los conocimientos y disfrutes que están ligados a una actividad como la que desarrollen.
Por fin, hace unos cuantos meses regresaron las clases extraescolares en casi todos los colegios, según se desprendía de la información que os hemos enlazado de la página web oficial de RTVE. Era una gran noticia, qué duda cabe. Dentro de un cierto control, es bueno que los pequeños estén constantemente aprendiendo algo nuevo. Pero hay que tener claro que también tienen que encontrar el suficiente tiempo para jugar y para sentirse libres. Lo contrario conllevará un aumento del estrés que, en caso de personas de corta edad, tiene una influencia nociva.
De eso habla precisamente la noticia que os vamos a enlazar en este párrafo y que vio la luz en el portal web Última Hora. Advierte que el exceso de clases extraescolares puede hacer que se adelante la aparición de ese estrés, algo que debemos tener en cuenta. Lo ideal es que un niño tenga alguna actividad además de las que realiza por las mañanas en su colegio o instituto. Pero tampoco podemos pretender rellenar su agenda hasta que quede cubierta la última hora. Ni tanto ni tampoco, como suele decirse. Eso es lo mejor.
Acudir a un tipo de clases extraescolares es ideal para un menor, porque le permitirá ampliar sus conocimientos y, al mismo tiempo, no se estará coartando su libertad de ninguna manera. Y, si hay que quedarse con un tipo de clases extraescolares en concreto, la decisión de los niños y niñas españolas y sus familias es la de apostar por los idiomas. Desde Nous Formaciones nos han indicado que se ha disparado la cantidad de personas que han decidido estudiar inglés para potenciar su nivel. Se trata de una decisión coherente y que, desde luego, contribuirá de un modo excepcional a mejorar el nivel de inglés en este país.
Equipararnos a los países escandinavos debe ser nuestro propósito
Nadie tiene la menor duda de que el nivel de inglés en España debe mejorar. Los datos dicen que nos encontramos en un grado de aprendizaje que es inferior al de otros países de la Unión Europea. Y debemos hacer todo lo posible por corregir esas diferencias. Una de las mejores maneras de hacerlo es, sin duda, apostar por el inglés como una clase extraescolar y recibir, de ese modo, un refuerzo a las clases que se reciben habitualmente en el colegio o el instituto.
Equiparar nuestros datos a los que se están registrando en países como Suecia, Noruega, Dinamarca o Finlandia ha de ser el objetivo. Son cuatro de las naciones que mejor nivel de inglés tienen entre sus habitantes. No vamos a conseguir igualar sus registros hoy o mañana ni mucho menos, eso podemos tenerlo claro. Pero sí que podemos empezar a poner todo a punto para que, en unos años, la diferencia se vaya reduciendo. Eso aumentará la competitividad de nuestros chicos y chicas en un mercado laboral cada vez más complejo y difícil.
