La seguridad en la conducción es una de las asignaturas pendientes de los adultos españoles. Por eso se hace hincapié en la importancia de educar a las futuras generaciones en conducir de forma segura, respetando las señales, imponiendo la tranquilidad y la fluidez ante la velocidad y el descontrol.
Para ello la adaptación a los niños ha dado lugar a videojuegos que les enseñan una correcta forma de conducir, si bien en los colegios también se han hecho campañas de sensibilización de educación vial mediante teatros, testimonios, actividades pedagógicas…
¿Qué se aprende en estas clases? Las temáticas más recurrentes son: qué puede suceder en cada situación, qué se debe hacer o no ante la presentación de una situación concreta; cuáles son las actitudes más seguras en cada momento, o sea, explicar qué respuesta dar a esas situaciones que se presentan; qué señales de tráfico e indicadores puede encontrarse y su significado, o lo que es lo mismo, diferenciar de pequeños cosas tan básicas como los colores del semáforo, las prioridades según la señal, etcétera. Y por último, un valor básico para la seguridad: el respeto por los demás. De aquí desde luego, todos tenemos mucho que aprender, especialmente cuando hay un atasco, cuando hay un conductor novel o cuando los conductores son turistas perdidos en la maraña de calles de la ciudad.
Sin duda la educación es la base sobre la que se asienta la futura sociedad, por lo que lo aprendido debe retenerse e intentar practicarse. Sin son pequeños, el modelo son los padres, por lo que estos deben cundir con el ejemplo para evitar que sus hijos repitan ese patrón de comportamiento y puedan poner en riesgo su seguridad o la de otras personas.
Cuando sean más mayores, ya podrán recurrir a webs especializadas como Leader Car que vende coches de ocasión, ideales para tener un primer coche y poner en práctica todo lo aprendido. También hay posibilidad de adquirir una furgoneta para su primer trabajo o incluso para vender uno viejo.