Seguro que alguna vez te has preguntado si la forma en la que educamos a los niños hoy en día es la mejor. Las escuelas siguen funcionando con un modelo de hace décadas: niños sentados durante horas, memorizando datos sin entenderlos del todo y repitiendo información solo para aprobar exámenes. Este sistema no fomenta la creatividad, ni el pensamiento crítico, ni las habilidades que realmente necesitan para enfrentarse al mundo real. En lugar de aprender a resolver problemas o a desarrollar su propio criterio, se les evalúa por su capacidad de recordar cosas que probablemente olvidarán en poco tiempo.
Y en casa, la situación tampoco es mucho mejor. La tecnología nos ha hecho la vida más fácil, pero también ha cambiado la manera en la que los niños crecen. Cada vez es más común ver a pequeños pegados a pantallas desde edades tempranas, con menos interacción con su entorno y menos oportunidades de desarrollar habilidades motoras y sociales. El uso excesivo de la tecnología está afectando la atención, la paciencia y la creatividad de los niños. Además, la tendencia a sobreprotegerlos y a tomar todas las decisiones por ellos hace que crezcan sin la independencia necesaria para enfrentar los desafíos de la vida.
Por todo ello, el método Montessori es una alternativa que podría cambiar muchas cosas en la educación y en la forma en la que criamos a nuestros hijos.
Quién fue Montessori y en qué consiste su método
Maria Montessori fue una mujer adelantada a su tiempo. Médica y educadora italiana, se dio cuenta de que la forma en la que se enseñaba a los niños no les permitía desarrollar su verdadero potencial. Empezó a trabajar con niños con dificultades y descubrió que cuando les daba libertad para explorar, tomar decisiones y aprender a su ritmo, mejoraban muchísimo. A partir de ahí, desarrolló su propio método de enseñanza.
El enfoque Montessori se basa en respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño y fomentar su autonomía desde pequeños. En lugar de clases dirigidas en las que un maestro dicta lo que hay que hacer, los niños tienen acceso a un ambiente preparado con materiales específicos que les ayudan a aprender a través de la experiencia. No se trata de dejarlos hacer lo que quieran sin ningún tipo de guía, sino de permitirles explorar y aprender de forma activa, con el acompañamiento de un adulto que los observa y les da apoyo cuando es necesario.
Montessori vs. el sistema educativo tradicional
Si ponemos el método Montessori al lado del sistema educativo tradicional, las diferencias saltan a la vista:
- Enfoque en el niño vs. enfoque en el programa escolar: Mientras que en el sistema tradicional todos deben aprender lo mismo al mismo tiempo, en Montessori cada niño avanza según sus intereses y capacidades. Esto evita frustraciones y potencia el gusto por aprender.
- Aprender haciendo vs. aprender memorizando: En Montessori, los niños manipulan objetos, exploran, experimentan y resuelven problemas. En el modelo tradicional, pasan gran parte del tiempo escuchando y repitiendo información.
- Autonomía vs. dependencia: En una escuela Montessori, los niños aprenden a tomar decisiones desde pequeños, lo que les da seguridad y confianza. En el sistema clásico, el maestro dice qué hacer y cuándo hacerlo.
- Un ambiente adaptado vs. aulas convencionales: Las aulas Montessori están diseñadas para fomentar la exploración y la creatividad, mientras que en las escuelas tradicionales los niños pasan el día en pupitres, con pocas oportunidades de moverse libremente.
- Educación personalizada vs. educación estandarizada: En el sistema tradicional, todos los alumnos deben cumplir con los mismos objetivos en un tiempo determinado, sin importar si tienen dificultades o si necesitan un reto mayor. En Montessori, cada niño progresa a su propio ritmo, permitiendo que desarrolle su potencial sin presiones innecesarias.
- Motivación interna vs. motivación externa: En el método Montessori, el aprendizaje nace de la curiosidad natural del niño, mientras que en el sistema convencional muchas veces se aprende solo por la recompensa de una buena nota o para evitar un castigo.
- Desarrollo de habilidades para la vida vs. solo conocimientos académicos: En Montessori, los niños también aprenden tareas prácticas como cocinar, limpiar, organizar su espacio y resolver problemas cotidianos, algo que el sistema tradicional rara vez incluye en su currículo.
- Trabajo en equipo vs. competencia: En las aulas Montessori, los niños suelen trabajar juntos en actividades, ayudándose unos a otros y fomentando la colaboración. En cambio, el sistema tradicional tiende a promover la competencia entre alumnos, donde muchas veces el éxito de uno implica la derrota de otro.
Beneficios del método Montessori
Los niños que crecen con el método Montessori suelen ser más independientes, seguros de sí mismos y motivados para aprender. Se ha comprobado que desarrollan habilidades sociales más sólidas, ya que desde pequeños aprenden a trabajar en grupo y a resolver conflictos de manera respetuosa. Además, suelen mostrar mayor capacidad de concentración y resolución de problemas, porque están acostumbrados a explorar y encontrar soluciones por sí mismos.
Otros beneficios incluyen:
- Niños más seguros y con mayor autoestima.
- Desarrollo motriz más equilibrado.
- Mayor interés por aprender y descubrir cosas nuevas.
- Pensamiento crítico y creatividad desde pequeños.
- Mejor gestión emocional y resolución de conflictos.
- Mayor capacidad de adaptación a diferentes situaciones.
- Desarrollo de la paciencia y la autodisciplina.
- Habilidades de organización y planificación desde temprana edad.
- Mayor conexión con su entorno y la naturaleza.
- Capacidad para asumir responsabilidades de manera natural.
Juegos Montessori con cuerdas
Desde la Fábrica de Cuerdas Valero, que se dedica a vender todo tipo de cuerdas, nos han compartido algunos juegos ideales para aplicar el método Montessori con los más pequeños. Las cuerdas pueden parecer algo simple, pero en realidad son una herramienta genial para mejorar la coordinación, la motricidad y hasta la resolución de problemas.
Estas son las ideas de juegos Montessori con cuerdas que nos han propuesto:
- Enhebrado y nudos: Perfecto para mejorar la destreza de los dedos. Pueden practicar enhebrar cuentas o hacer nudos sencillos.
- Creación de formas: Con unas cuerdas y palitos pueden formar figuras geométricas, lo que les ayuda a entender mejor los conceptos espaciales.
- Circuito de equilibrio: Colocar una cuerda en el suelo y caminar sobre ella es una excelente manera de mejorar la coordinación y el control del cuerpo.
Estos juegos, además de ser divertidos, ayudan a los niños a desarrollar habilidades de manera natural y sin presiones.
Otros tipos de juegos Montessori
- Bandejas sensoriales: Permiten a los niños explorar diferentes texturas y desarrollar su motricidad fina. Pueden incluir arroz, arena, lentejas, esponjas o telas con distintas superficies. Este tipo de actividad no solo es entretenida, sino que también fortalece la coordinación y la sensibilidad en las manos.
- Torres de encaje: Ayudan a trabajar la coordinación mano-ojo y el pensamiento lógico. Consisten en apilar cilindros o cubos de diferentes tamaños en orden de mayor a menor. Esto permite que el niño comprenda relaciones espaciales y desarrolle la precisión en sus movimientos.
- Cajas de permanencia: Ideales para la comprensión de la permanencia de los objetos. Estas cajas cuentan con una abertura por donde el niño introduce una pelota, que desaparece momentáneamente hasta que vuelve a aparecer en una bandeja. Es un juego que fortalece la comprensión del concepto de que los objetos siguen existiendo aunque no los veamos.
- Clasificadores de colores y formas: Fomentan el reconocimiento visual y la concentración. A través de piezas de diferentes tonalidades y figuras geométricas, los niños agrupan, ordenan y categorizan, lo que mejora su pensamiento lógico y su capacidad de atención. También les ayuda a desarrollar habilidades pre-matemáticas fundamentales para el aprendizaje futuro.
Mejoremos el sistema por el bien de los pequeños
El sistema educativo de hoy tiene muchas fallas, pero hay otras formas de enseñar y criar que pueden marcar una gran diferencia. El método Montessori no solo respeta los ritmos y necesidades de los niños, sino que también los prepara mejor para la vida. Si buscamos una educación más efectiva y adaptada al mundo actual, es momento de empezar a hacer cambios. Montessori nos muestra cómo hacerlo.
