Cocinar es algo que todo el mundo puede hacer. De hecho, lo natural es hacerse la comida uno mismo o misma de forma habitual. Aunque para muchos, el arte culinario no es más que algo que hay que hacer para nutrirse y, mejor si te lo hacen. En los hogares de todo el mundo, las mamás, suelen ser las verdaderas cocineras, aunque existen excepciones y son los padres quienes se ocupan de la tarea. Sin embargo, no estamos aquí para debatir quien cocina en cada casa. La intención es adentrarse en el mundo de la cocina profesional y conocer la manera de adentrarse en los fogones y hacer del arte, una profesión.
En primera instancia, debemos tener claro que los cocineros son los artífices de la gastronomía, los maestros detrás de los platos con los que deleitamos a nuestros sentidos en restaurantes, hoteles y otros establecimientos de hostelería. Los profesionales de la cocina, deben contar con altas dosis de creatividad y adquirir los conocimientos técnicos necesarios para poder preparar todo tipo de platos, tanto muy elaborados como sencillos.
Un cocinero o responsable de cocina, se ocupa de preparar amplia variedad de alimentos y, con ellos, elaborar todo tipo de platos y postres. Su labor es más compleja de lo que cabe esperar, puesto que deben dominar diferentes técnicas culinarias como la cocción o el horneado y la fritura. Así mismo, los cocineros, deben garantizar que se cumplan las medidas de higiene y seguridad correspondientes, a la hora de manipular los alimentos, por lo que deben conocer las buenas prácticas relacionadas.
Por lo tanto, un buen cocinero no solo proporciona una experiencia gustativa excepcional, deben poner todo su empeño en cuidar la presentación de los platos, haciéndolos tan atractivos para la vista, como para el paladar. A continuación vamos a contar los pasos a seguir para poder convertirse en todo un chef y dedicarse a la profesión.
Convertirse en un profesional
Los pasos a seguir para convertirse en un maestro de los fogones, pasan por la formación y la práctica. El proceso de convertirse en cocinero, implica desarrollar un buen paladar para degustar los sabores y, mejorar las habilidades manuales imprescindibles para poder manipular correctamente los alimentos. Así nos lo aseguran desde La Frolita como profesionales de la cocina, dedicadas al catering y nos señalan algunos de los pasos a seguir.
Uno de las acreditaciones con las que debe contar un cocinero, es el carnet de manipulador de alimentos. Sin este carnet, por mucha formación que se posea, no se puede trabajar en el sector alimentario. Se trata de un documento que acredita que se dispone de los conocimientos necesarios relativos a la higiene y seguridad alimentaria. Se obtiene mediante un curso que aborda la prevención de la contaminación y las enfermedades que se transmiten por los alimentos, así como la limpieza, desinfección, control de plagas o gestión de residuos. Sin este carnet, no es posible ejercer la profesión, por lo que lo citamos en primer lugar.
Carnet de manipulador al margen, la formación resulta indispensable. Esto implica conocer las principales técnicas culinarias. Algo fácil en la actualidad, debido a la gran oferta de cursos profesionales que podemos encontrar y de los que hablaremos más adelante.
Sin duda, la formación es esencial, pero la experiencia es la clave. Con la formación teórica y las habilidades técnicas no se puede avanzar si no se llevan a la práctica. Por lo que practicar en los fogones es lo que hará que te conviertas en un buen maestro o maestra de cocina. La habilidad para realizar los cortes precisos, controlar la temperatura y los tiempos de cocción o algo como la correcta combinación de sabores, es algo que se perfecciona con la práctica. La mejor manera de adquirir experiencia es hacer prácticas o empezar por abajo, como ayudante de cocina.
Algunas de las habilidades necesarias para convertirse en un buen cocinero, de hecho son esenciales son las que siguen a continuación.
Aprender las técnicas culinarias y dominarlas, como asar, freír, hornear o cocción al vapor, requiere de conocer la temperatura adecuada para cada alimento y a gusto del comensal. Así como hornear un pan para obtener la textura y sabor adecuado.
La gestión del tiempo es otro de los aspectos esenciales para que el trabajo de los cocineros sea bueno. Los diferentes platos deben prepararse y servirse en tiempo adecuado, como por ejemplo servir todos los platos de la mesa al mismo tiempo y en su punto óptimo. Se trata de una habilidad que se desarrolla con la práctica.
Por último destacaremos la creatividad. En cocina, innovar, crear nuevos platos y presentar los alimentos de forma atractiva, define a los más grandes. Los profesionales del sector, siempre buscan la manera de destacarse y mejorar las recetas y presentación de sus platos. Lo que hace que ser creativos resulte un rasgo característico e indispensable de un buen cocinero. Algo que se puede traer de serie o simplemente, desarrollarse.
Formación como cocinero
Como decíamos anteriormente, una de las mejores opciones para convertirse en cocinero, puede ser empezar como ayudante de cocina. Este trabajo es uno de los primeros pasos para ascender poco a poco y aprender todo lo necesario sobre el oficio. Aun así la oferta formativa es amplia y proporciona todos los conocimientos necesarios para convertirse en un gran chef.
Dentro de la formación reglada oficial, encontramos la concerniente a la formación profesional. Es posible cursar tanto un Grado Medio como un Grado Superior sobre cocina y gastronomía, Pastelería y Repostería o Dirección de Cocina. Por otro lado, algunas universidades ofrecen el Grado en Gastronomía o Ciencias Culinarias. Además existen diversos másteres en técnicas culinarias o gastronomía.
Por otro lado, existe la posibilidad de formarse por cuenta propia con un curso de cocina sobre la temática que más interese. Con estos cursos, se adquiere la base teórica necesaria para poner en práctica en un entorno profesional. Se trata de una alternativa para aquellas personas que quieran dedicarse a la cocina y no cuentan con la titulación previa.
En cuanto a los cursos, existe una gran variedad de opciones, dada la diversidad de opciones culinarias que existen. Desde cocina vegana y vegetariana hasta japonesa, cocina creativa, repostería, alta cocina o incluso, administración de cocina. Sin olvidar los necesarios cursos de manipulación de alimentos que permiten ejercer en los empleos que requieren tratar con productos alimenticios. Así mismo existen cursos especiales sobre alérgenos e intolerancias.
Se trata de cursos que puede realizar todo tipo de personas, con o sin formación previa, que tengan interés en el aprendizaje de las técnicas culinarias, el tratamiento de los productos, los nuevos ingredientes y alimentos o la parte administrativa del sector.
Respecto al curso de manipulación de alimentos, consiste en uno de los aspectos esenciales de la cocina: la seguridad y la calidad de los alimentos.
Lo que se aprende en los cursos de cocina, por lo general, es a utilizar los diferentes alimentos para elaborar diferentes recetas y sacar el máximo provecho de cada materia prima, conocer los productos de temporada o saber cuál es la mejor manera de presentar los diferentes platos. Al tiempo que se aprende todo lo necesario sobre el uso de los utensilios de cocina, la decoración de los platos y, por supuesto, la conservación de los alimentos.
En los cursos de alta cocina o cocina creativa, se amplían los conocimientos con nuevos productos y técnicas culinarias o las últimas tendencias en gastronomía. Esta formación capacita para trabajar en hostelería y turismo o aumentar los conocimientos para ponerlos en práctica en un entorno más cercano.
Ante la pregunta sobre en las labores y trabajos que se pueden desempeñar en el mundo gastronómico con estas formaciones, podemos decir que, dentro de una cocina profesional, existe una jerarquía y diversos rangos. Dentro de los cuales, destaca el chef, encargado de la elaboración del menú, dirigir al personal que forma parte de la cocina y supervisar las elaboraciones. Seguido del chef, se encuentra el sous-chef, responsable de que el equipo cumpla como corresponde, las indicaciones proporcionadas por el chef. A continuación encontramos al responsable de área, el cocinero, los aprendices y los encargados de algunas elaboraciones como pueden ser las salsas, carne, pescado o fondos.
Con la formación adecuada, es posible trabajar en el sector de la hostelería y la restauración, dentro de un amplio abanico de opciones, como pueden ser hoteles, restaurantes, obradores, pastelerías o incluso cruceros, colegios o cátering. Las posibilidades son numerosas, existiendo siempre la posibilidad de aumentar los conocimientos y escalar dentro de la jerarquía. Las salidas profesionales son el jefe de cocina o chef, el cocinero, el ayudante de cocina y el pinche. Cada uno con sus cometidos y funciones concretos dentro de la cocina.
Las perspectivas laborales de los cocineros y aprendices de cocina en ciernes, son por lo general, bastante buenas. Puesto que el sector de la hostelería es uno de los pilares de la economía de nuestro país, siempre hay cabida para los profesionales correctamente formados o los aprendices. Contando con la formación y experiencia adecuadas, es perfectamente posible desarrollar una carrera dentro del sector. Además los salarios, aunque variables en función de la ubicación, el tipo de establecimiento y el puesto, son bastante competitivos.