En las clínicas de odontopediatría uno de los motivos por los que son visitadas con mayor incidencia son los relativos a los traumatismos dentales causados como consecuencia de los golpes o caídas sufridos por nuestros hijos. Las caídas originan las lesiones que con mayor frecuencia se producen en la edad infantil y los traumatismos dentales son la patología más frecuente en la consulta del odontólogo después de la caries. Así mismo, si atendemos a las estadísticas observamos que los jóvenes varones tienen un porcentaje mayor de traumatismos que las niñas en una proporción de dos a uno. Además, los traumatismos son considerados como una urgencia en las consultas dentales y deben ser tratados lo más rápidamente posible a fin de evitar el desarrollo de una infección que complique más la situación.
Tras este breve repaso por las enfermedades más habituales que pueden sufrir nuestros niños en la boca, nos preguntamos ¿cuáles son los pasos a seguir en caso de que nuestro hijo sufra un traumatismo dental?
En la clínica dental Mesiodens, situada en León, nos aconsejan acudir inmediatamente a un especialista. Se trata de una clínica que cuenta con un grupo de profesionales altamente cualificados, especializados y dedicados a las diferentes disciplinas, con una formación y experiencia de primer nivel, prestando una atención personalizada y cercana a cada paciente y utilizando siempre los materiales más seguros, compatibles y de mejor calidad con una tecnología actual e innovadora con la que logran conformar un gran equipo dental y humano que trabaja unido para ofrecer a todos sus pacientes los mejores tratamientos, servicios y el asesoramiento más correcto posible. Entre los tratamientos que ofrece esta clínica dental caben destacar los de prevención, estética dental, implantes, cirugía maxilofacial, periodoncia, ortodoncia, endodoncia, estudios microbiológicos, odontopediatría o apnea del sueño. Ellos nos recomiendan:
– Lo primero que debemos hacer es mantener la calma e intentar transmitírsela al niño, a pesar del dolor que sienta y lo asustado que esté por la cantidad de sangre que pueda haber, debemos advertirle de que no es algo que no sea común y por tanto que tiene solución.
– Después intentaremos enjuagar bien la boca con agua limpia para eliminar cualquier resto de tierra, arena u otra substancia que en ella se haya podido quedar.
– Presionaremos la zona de la encía donde se cayó el diente con una gasa, pañuelo, servilleta o similar con el fin de frenar el sangrado.
– Aplicaremos una compresa fría o unos trozos de hielo envueltos en una toalla, camiseta o lo que tengamos a mano sobre la parte externa de la cara donde se produjo la rotura para evitar que la zona se inflame y así aliviar el dolor.
– Procuraremos buscar y recoger el diente que se ha caído, por si es posible su reimplante. Éste se debe enjuagar en agua fría y sumergirlo, si es posible, en un vaso con leche fría para poder conservarlo. Siempre se evitará tocar la raíz del diente.
– A continuación, llevaremos al niño al odontólogo lo antes posible para que evalúe el daño. El especialista nos dirá si se trata de un diente temporal o uno permanente y realizará una evaluación del estado del diente y sus tejidos para determinar los pasos a seguir. Si se trata de un diente temporal no es posible su reimplante, pero si es un diente definitivo deberá reposicionarse lo antes posible, siempre antes de los sesenta minutos.
La importancia de la prevención en la salud bucodental
La prevención de los traumatismos bucodentales es fundamental tanto en el caso de los adultos como si de un niño se trata. Es por esto que, si nuestro hijo o nosotros mismos realizamos actividades físicas de contacto como jugar al baloncesto, balonmano, fútbol o incluso cuando vamos en bicicleta debemos intentar habituarnos a la utilización de un protector bucal para así ganar en seguridad, tranquilidad y lo que es más importante, ahorrarnos un dinero importante.
Actualmente en el mercado existen dos categorías diferenciadas de protectores:
- Los protectores bucales tipo standard: son los más económicos, se venden en tiendas de deporte y son moldeables. Están realizados con un material que si se muerde tras haberlo introducido en agua caliente se adapta a la forma de la boca. Como inconvenientes podemos señalar que son bastante incómodos y no se adaptan totalmente a la boca ya que traen medidas preconcebidas por lo que puede saltar en un descuido.
- Protectores hechos a medida: son protectores personalizados, es decir realizados exclusivamente para cada persona tras tomar las oportunas mediciones, por lo que su ajuste es perfecto a la dentadura y la protección es total y segura en todo momento. Este tipo de protectores son los que utilizan los deportistas profesionales dada su eficacia comprobada.