Cuando piensas en meditación, a menudo tienes una imagen muy específica en tu mente: personas sentadas en el suelo con las piernas cruzadas, los ojos cerrados y sin hacer nada. Sin embargo, hay más en esto de lo que parece inicialmente.
El objetivo de la meditación es enfocar la mente y lograr que los propios pensamientos alcancen una completa calma. Los meditadores quieren relajarse, liberarse del estrés y los problemas o recargar pilas.
La meditación también es una buena manera de fortalecer tu propia atención plena. Esto se refiere a la percepción consciente y la experiencia consciente del aquí y ahora sin evaluar las cosas que te rodean.
¿Qué hace la meditación por los niños?
Los niños en particular están expuestos a una increíble cantidad de estímulos todos los días. Cada día descubren algo nuevo, superan nuevos retos y están en constante aprendizaje. En principio esto es bueno, pero a veces puede abrumar a los niños.
E, incluso, si algunos adultos probablemente quieren recuperar su infancia sin preocupaciones, los niños tienen sus propias preocupaciones y miedos.
La meditación puede ayudar a lidiar con estas cosas y reducir el estrés asociado con ellas.
Los ejercicios de meditación pueden relajar y ayudar a los niños a mantener el equilibrio en la vida cotidiana.
Pero la meditación también puede tener un impacto en el bienestar físico: si se reduce el estrés, también desaparecen los síntomas asociados, como dolores de cabeza, tensión o problemas estomacales.
Meditación para niños: ¡5 consejos que debes tener en cuenta!
Los efectos de la meditación son independientes de la edad, pero por supuesto los niños no deben meditar de la misma forma que los adultos. Sentarse inmóvil durante varios minutos puede resultar extremadamente difícil, especialmente para los niños más pequeños.
Para garantizar que la meditación funcione e, idealmente, sea divertida, los profesionales de Escuela de Crecimiento han reunido para nosotros algunos consejos útiles a continuación.
1. La duración de la meditación
Para los adultos, no suele ser un problema permanecer sentados durante veinte, treinta minutos o incluso más. Sin embargo, muchos niños carecen de paciencia para ello y probablemente tampoco se divertirían mucho con ello.
Especialmente con niños muy pequeños, sólo conviene meditar unos minutos, de dos a cinco minutos son suficientes. Con el tiempo, puedes aumentar la duración de la meditación a diez minutos o más.
2. Explícale a tu hijo lo que pasará
Explícale exactamente lo que le espera a tu hijo antes de la meditación. También puedes explicar cuánto durará la meditación.
Explica también las posibles reglas que tu hijo debe seguir durante la meditación. Esto incluye, por ejemplo, que tu hijo no pueda salir de la habitación hasta que termine la meditación.
Consejo: a pesar de algunas reglas, debes darle a tu hijo la mayor libertad posible. Por ejemplo, dejarles decidir por sí mismos dónde quieren sentarse: ¿en el suelo o en el sofá?
En principio, la meditación para niños no debería ser demasiado estricta. En última instancia, quieres que tu hijo se divierta haciéndolo en lugar de ver la meditación como una tarea aburrida y posiblemente incluso molesta.
3. Predicar con el ejemplo
Los niños aprenden mucho imitando a los adultos que los rodean. Por lo tanto, también puedes ser un modelo a seguir para tu hijo en lo que respecta a la meditación: siéntate, mantén la calma y relájate.
Si tu hijo muestra interés, puedes explicarle qué estás haciendo exactamente. Tal vez puedas invitar a tu hijo a unirse. Luego inicia una meditación sencilla y adaptada a los niños.
Este enfoque permite que tu hijo entre en contacto con la meditación sin presiones y con su propio interés. A partir de este punto, puedes hacer de la meditación un ritual para tu hijo.
Consejo: Si tu hijo no muestra interés, por supuesto no debes obligarlo a hacer nada.
4. No esperes demasiado
Por supuesto, sería bueno que la meditación con su hijo transcurriera sin problemas la primera vez. Pero ese no siempre es el caso.
No todos los niños se entusiasman inmediatamente con la idea de la meditación. Algunos días puede que simplemente no les apetezca. En cualquier caso, se debe permitir que tu hijo decida por sí mismo si quiere meditar o no.
Además, también hay niños que nunca encuentran un acceso adecuado a la meditación. Si tu hijo no muestra interés después de varios intentos, debes dejar el tema en paz (por ahora).
5. Combina la meditación con juegos y diversión
Quedarse quieto, especialmente cuando meditas con niños, esta no es la única opción que tienes.
Por tanto, la meditación activa es especialmente adecuada para los niños. Te permite combinar la meditación con juegos, diversión y ejercicio y aun así lograr los efectos deseados.
¡Así que no temas elegir ejercicios que permitan a tu hijo estar activo y moverse mientras medita!
Meditar con niños: 5 ejercicios fáciles para hacer en casa
Finalmente, se han reunido algunos ejercicios que puedes utilizar al meditar con tu hijo. Todos ellos podrás hacerlos fácilmente en casa y con poco material.
1. Meditación con viajes de fantasía y sueños
Un ejercicio muy especial son los llamados viajes de fantasía o de ensueño, para los que en realidad sólo necesitas tu voz y un lugar tranquilo.
Pero ¿qué es exactamente un viaje de fantasía o de ensueño? En pocas palabras: en el viaje de sus sueños, tu hijo escucha una historia. Puedes pensar en ella tú mismo o leerlas en voz alta, o puedes reproducir un vídeo o un audio.
Es trabajo de tu hijo imaginar esta historia visualmente. Así se sitúa en la historia. Es útil utilizar el pronombre “tú” en la historia, es decir, dirigirse directamente a tu hijo.
Consejo: Este ejercicio no es sólo para descansar y relajarse. También promueve la creatividad y la imaginación y permite que tu hijo experimente cosas emocionantes y emocionantes que en realidad no son posibles.
2. Pintar mandalas
Colorear mandalas es un ejercicio sencillo que muchos niños ya conocen. Tampoco necesitas muchos materiales, sólo un mandala para colorear y rotuladores u otros colores.
Consejo: puedes encontrar libros para colorear mandalas online que ofrecen a tu hijo una amplia selección de mandalas.
Puedes encontrar un libro físico para colorear con mandalas para niños muy sencillos.
El ejercicio en sí es muy sencillo: tu hijo simplemente se sienta y pinta un mandala. Puede haber un silencio total. Alternativamente, también puedes poner música relajante.
Al pintar, tu hijo se concentra automáticamente en las formas y colores con los que está trabajando. Las formas regulares del mandala tienen un efecto relajante y al mismo tiempo fomentan la creatividad.
Importante: ¡A la hora de elegir mandalas, asegúrate de que sean apropiados para la edad! Para los niños más pequeños existen mandalas con formas muy sencillas, pocos detalles y áreas generalmente más grandes.
Los mandalas para adultos, en cambio, suelen ser mucho más complicados. Las áreas a colorear son mucho más pequeñas y hay muchos pequeños detalles. Esto puede volverse frustrante rápidamente, especialmente para los niños pequeños.
3. Meditar con piedras
Otro ejercicio sencillo y perfecto para niños es la llamada meditación con piedras, que también es un excelente ejercicio de mindfulness.
Y para esto tampoco necesitas mucho: ¡una piedra y un lugar tranquilo es todo lo que necesitas!
¡Así funciona la meditación con piedras!
- ¡Recoge piedras! En tu próximo paseo, tu hijo podrá buscar algunas piedras para llevarse a casa. Las piedras de tu propio jardín también son adecuadas; no importa de dónde vengan exactamente las piedras.
- Utiliza una de las piedras para encontrar un lugar tranquilo donde puedas sentirte lo más cómodo posible.
- Tu hijo ahora se concentra completamente en la piedra. Puede utilizar todos sus sentidos: puede sentir la piedra, mirarla, incluso escucharla y olerla.
Tu hijo puede responder mentalmente las siguientes preguntas:
- ¿De qué color es la piedra?
- ¿Cómo es su superficie? ¿Hay grietas o anomalías similares?
- ¿Cómo se siente la piedra? ¿Su superficie es rugosa o completamente lisa?
- ¿La piedra se siente pesada en la mano o es muy ligera?
- ¿A qué huele la piedra? ¿A la pradera, a la hierba recién cortada, al mar?
A continuación, Tu hijo puede pensar en una historia sobre la piedra. ¿De dónde viene la piedra y qué ha experimentado?
Finalmente, puedes anunciar que el ejercicio ha terminado. Tu hijo puede descansar, estirarse y luego despedirse de la piedra.
4. Meditación agitadora para niños
Al principio puede parecer un poco extraño: ¿temblar cuando en realidad se trata de relajación? La llamada meditación con sacudidas es un ejercicio de meditación muy extendido.
Pero, ¿cómo funciona exactamente la meditación con sacudidas?
Habitualmente este tipo de meditación se divide en cuatro fases: temblar, bailar, darse cuenta y quedarse quieto. Al agitarse y bailar se elimina el estrés y todo lo negativo, y luego se logra la paz.
Cada una de estas fases tiene una duración de quince minutos. El ejercicio completo dura aproximadamente una hora, aunque puedes aumentarlo con el tiempo y extenderlo aún más.
Por supuesto, una hora es demasiado, especialmente para los niños más pequeños. Sin embargo, existen algunos ejercicios específicos para niños que básicamente siguen el mismo principio que la clásica meditación con sacudidas: liberarse del estrés y relajarse.
¡A continuación nos gustaría presentarte dos ejercicios!
Arbolito
El ejercicio de meditación funciona de forma muy sencilla:
- Tu hijo está de pie en el suelo.
- Ahora tu hijo comenzará a saltar en el lugar con mucha facilidad. Sacude todas sus extremidades (brazos, manos, hombros) e imita, por así decirlo, a un árbol.
- Luego, haz que tu hijo gire lentamente la cabeza, de lado a lado y lo más libremente posible.
- Después de este tercer paso, comienza todo de nuevo: saltas y sacudes nuevamente, luego gira su cabeza nuevamente, salta y sacude nuevamente.
Cada uno de estos pasos debería tomar aproximadamente un minuto, por lo que obtendrás un total de aproximadamente cinco minutos: tres minutos de agitación y dos minutos de movimientos circulares con la cabeza. Pero también está bien si no das un minuto por paso.
Consejo: este ejercicio también es especialmente bueno para aliviar tensiones. Por lo tanto, es especialmente adecuado, pero no sólo, para niños en edad escolar que suelen pasar muchas horas sentados al día.
¡Los adultos también pueden hacer este ejercicio! Agitarse durante tan solo un minuto puede suponer un beneficio real para el organismo.
Temblar al son de la música
Este segundo ejercicio es similar, pero también incluye algunos periodos de descanso en los que el niño permanece completamente quieto y no se mueve.
Así funciona el ejercicio:
- Tu hijo está completamente erguido. Las rodillas están relajadas y no dobladas, los pies firmemente apoyados en el suelo.
- Ahora dejas que suene la música. Tu hijo comienza a temblar al ritmo de la música mientras sigue de pie firmemente en el suelo.
- Para la música. Tan pronto como la música se detenga, tu hijo también debe detener sus movimientos y permanecer quieto y tranquilo hasta que la música comience de nuevo.
- Ahora puedes repetir estos pasos varias veces seguidas. Durante los periodos de descanso, también puedes sugerirle a tu hijo que intente detener no sólo sus movimientos sino también sus pensamientos.
5. Respiración consciente para niños
Por último, queremos mostrarte un ejercicio de respiración perfecto para niños.
Lo único que necesitas es un peluche u otro juguete muy ligero e, idealmente, una esterilla.
¡Así funciona el ejercicio de respiración para niños!
- Tu hijo se acuesta boca arriba, preferiblemente sobre una superficie lo más nivelada posible. Aquí lo más adecuado es una alfombra en el suelo.
- Coloca ahora un peluche u otro juguete sobre el estómago de tu hijo. No debe ser demasiado pequeño para que tu hijo pueda verlo claramente, ¡pero asegúrate de que el juguete no sea demasiado pesado!
- Ahora dile a tu hijo que inhale y exhale profundamente mientras mira el peluche o el juguete. Sobre todo se debe prestar atención y sentir cómo sube o baja con cada respiración.
- Una vez que tu hijo haya respirado profundamente unas cuantas veces, puedes dar un paso más e incorporar una tarea adicional al ejercicio. Esto asegura que tu hijo respire conscientemente lenta y tranquilamente.
Puedes implementar estas dos ideas:
- Dile a tu hijo que la respiración hará que su animal de peluche se duerma. Para que esto funcione, tu hijo debe respirar lenta y tranquilamente y, sobre todo, ¡con regularidad!
- Conviértelo en un desafío: ¿Puede tu hijo mover el animal de peluche hacia arriba y hacia abajo lo más lentamente posible?
Consejo general de la meditación con los niños
La meditación tiene el mismo efecto en los adultos. Te invitamos a unirte a tu hijo en los ejercicios:¡de todos modos, juntos es mucho más divertido!